Hoy en día, las cosas han cambiado. Ya no somos sólo compradores, ahora tenemos un mayor poder.  Podemos opinar y apoyar a ciertas marcas o productos. No solo los consumimos sino que somos parte activa de  estas contribuyendo (o no) a su éxito.

Los consumidores no solo reciben información, sino que la crean. Así nacen los prosumidores (productores de contenidos+consumidores), un tipo de consumidor que es generador de opinión. ... También publicará críticas, malas opiniones y participará en debates.

Todos podemos ser prosumers. Es muy probable que lo hayas sido en alguna ocasión, ya que con el simple hecho de promocionar y hablar bien de una marca que amas a todos tus amigos, conocidos o familiares te conviertes en un abogado de esta. Esto supone que todos nos convertimos en pequeños influencers de estas marcas y, de forma indirecta, se promocionan a través de nosotros como fans. Al fin y al cabo, una recomendación de un amigo de un champú para el cabello es percibida como más fiable que un anuncio en la televisión del mismo champú.

¿Cómo deben actuar las marcas?

• Las marcas y negocios ya no tienen total control de sus productos y de los mensajes que lanzan al público, ya que los consumidores juegan un papel muy importante en la imagen de las marcas. Tanro bloggers, influencers, youtubers o cualquier ciudadano puede emitir un mensaje positivo o negativo de una marca del cual esta no tiene ningún poder. Por ese motivo, es muy importante que las marcas cuiden la relación que tienen con sus consumidores, ya que su reputació puede depender de ello. Es importante trabajar la relación con los prosumidores, y esto puede hacerse de distintos modos: Identifica influencers que sean afines a tu marca, producto o negocio. Pueden convertirse en tus mejores embajadores.
• Reconócelos enviándoles productos o ofreciéndoles tu servicio.
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Únete a la conversación online, responiendo los mensajes de tu público en tus redes sociales. De este modo, los usuarios verán que te importan sus opiniones. Las marcas más cercanas que tienen una conversación bidirecciónal se perciben como más humanas y, por ello, mejoran su imagen.